Daniel Jaureguis

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Mi nombre es Daniel Jaureguis “Nací de buenos padres… y habiendo conocido muchas aflicciones durante el curso de mi vida… escribo, por tanto, la historia de (algunos) hechos de mi vida (En mi propio idioma)”… Cabe decir que lo que escribo es lo poco que recuerdo porque me olvido de muchas cosas, siempre me pregunté por qué los demás recuerdan su niñez tan detalladamente, yo simplemente tengo lagunas mentales que a veces pienso que he suprimido muchos de mis recuerdos por lo que pasé en mi niñez. Soy el mayor de 5 hermanos, nací en un pueblo pequeño perteneciente a la ciudad de Salta (Argentina), llamado El Galpón un 12 de Abril de 1974.

Mi nombre completo es Santo Hugo Daniel, en realidad mis padres me iban a llamar solamente Hugo Daniel, pero como nací un viernes santo, mi abuela paterna que era y es la más religiosa del pueblo, llegó al Registro Civil para convencer a mis padres que me pusieran “Santo” como primer nombre ya que era su primer nieto. Así que tengo tres nombres y Santo nunca me gustó usar (Nunca fui ningún SANTO), siempre me presenté como Hugo a los amigos y solo los que eran de mi familia me llamaban Danny.

Siempre fui una persona tímida y eso era motivo de burla en la escuela que a los 6 años cuando regresaba a casa a veces era golpeado por algunos de mis compañeros y eso fue algo que con el paso de los años me fue convirtiendo en un niño apartado de los demás, sintiéndome un tonto porque todos me lo decían, un tonto que no podía hacer nunca nada de nada y aún mis padres me trataban así o al menos me hacían sentir de esa manera y más por el lado de mi padre que prefería más a mi hermano menor, que era más astuto que yo.

De niño me gustaba irme a la hora de la siesta al lado de mi casa en donde había un campo muy grande a recostarme debajo de los árboles, caminar sobre el trigo y observar las máquinas trilladoras cuando lo recogían. El campo, la naturaleza, sentir el sonido del río eran mi compañía y esa era la parte en que yo me sentía feliz y aún en mi adolescencia porque me hacía olvidar por un momento el infierno que había en casa cuando mi padre de emborrachaba y digo por un momento ya que no podía dejar de pensar otras veces en mi madre que podría estar llorando y discutiendo con él. No solía jugar mucho con mi hermano menor ya que siempre me peleaba o se burlaba.

Al comenzar a redactar mi historia usé parte de la escritura de 1 Nefi diciendo que nací de “buenos padres” pero no fue siempre así. Más bien el tema viene por parte de mi padre, que era una persona que bebía mucho y cuando lo hacía discutía con mi madre y las cosas se ponían feas, gritos, llantos y hasta amenazas de muerte por parte de él hacia ella, lo cual fue razón de tormento y daño psicológico que tuvimos desde niños con mis hermanos temiendo que algún día nuestro padre le hiciera daño. Aun cuando yo tenía 20 años me despertaba a medianoche creyendo escuchar el sonido fuerte de la puerta cuando él llegaba borracho, también me pasó que cuando escuchaba a alguien pelear en la calle o ver discutir a algún borracho sentía miedo y mi corazón se aceleraba. Cuando mi padre estaba sobrio era una persona tranquila, que nunca pensaba en hacerle daño a nadie, le gustaba bromear y trataba bien a mi madre, el problema era cuando se emborrachaba, era otra persona (Era como que tenía cierto remordimiento por algo que le pasó a él y que culpaba a mi madre) nunca quise averiguar, sufrí tanto que no quería saber otra cosa más que me lastimara.

Cuando cumplí los 7 años, mi padre que ya era policía decidió que nos mudáramos a una pequeña ciudad que está a media hora de viaje, llamada Metán en la que viví casi 20 años. En la escuela, de nuevo mis problemas con mis compañeros y con los maestros que en ese tiempo si no respondías alguna pregunta referente a la clase te pegaban con una regla o te ponían en penitencia, nunca me gustó estudiar, odiaba y odio las matemáticas y a la hora de gimnasia los profesores nos hacían jugar al fútbol, tampoco encajaba, no era bueno ni jugando, ni tampoco reconociendo a los compañeros del equipo contrario.

En esta ciudad nacieron mis otros dos hermanos más chicos, la segunda era una mujer, la mimada de mi padre y a los cuales cuando él se emborrachaba trataba de hacerme fuerte para calmar a mis hermanos y decirles que todo iba a pasar. Recuerdo que solía rezar mucho para que mi padre no llegara borracho o parara de pelear con mi madre, rezaba tantas veces una y otra vez los rezos Católicos escondido debajo de mis sabanas. Todas estas cosas las he ido guardado muy dentro mío por lo que me volví también una persona nerviosa, tengo mis dedos deformados de lo que me como las uñas y me lastimo, siempre hice el intento de dejar de hacerlo y no pude. Muchas veces me quedaba con mi padre hasta tarde por las noches acompañándolo mientras él tomaba vino para que se le terminara y se fuera a dormir, y todo eso para que no fuera a molestar a mi madre. A él le gustaba escuchar música folklórica nacional a mucho volumen y otras veces tocaba su guitarra y cantaba. Nunca me ofreció beber vino ni a mis hermanos, porque mi madre luchó mucho para que no cayéramos en ese vicio. Ella nos transmitió muchos buenos valores y eso fue lo que un día nos llevaría a hacernos miembros SUD, pero ya llegaré a eso más adelante.

Para las vacaciones de verano, me gustaba regresar a mi pueblo natal y visitar a mis primos y quedarme en el rancho de mi abuela materna y disfrutar del campo. Estando una tarde sentado junto al rio, un rio muy caudaloso, ese día había ido con dos de mi tías, yo tendría como unos 9 años y ellas unos 16 o 17, sabían nadar y estaban con sus novios al otro lado y en un momento me quise levantar y pisé una piedra cubierta de musgo, todo fue tan rápido que me precipité en lo profundo de ese rio turbio, no sentía el fondo y cuando salía por la fuerza de las olas quería gritar pero no podía, de nuevo estaba en lo profundo, pero ya estaba muy lejos y estaba tragando mucha agua que sentí que ese era mi fin, cuando sentí unos brazos en mi cintura que me llevaron a la orilla, era un amigo de la familia que pescaba mucho más adelante y que me había visto. Desde ese momento, los ríos caudalosos me provocan mucho miedo, solo me meto en ellos cuando el agua no pasa de mis rodillas.

Otro de los hechos que me marcaron fue que una noche mi padre estaba borracho, como de costumbre los sábados o cuando no trabajaba, él me quería explicar cómo se desmontaba una pistola de policía, creo que yo tendría unos 12 años, estábamos los dos sentados junto a la mesa, yo en la esquina y él en frente hacia la derecha, mi madre tejía algo no muy lejos de nosotros y mi hermano menor creo que dormía o jugaba en otra habitación, en un momento cuando mi padre puso la pistola sobre la mesa, había olvidado quitar una bala y el seguro que abrió fuego. Para que se entienda, al poner la pistola sobre la mesa, lo hace en forma horizontal por lo que el disparo sale en diagonal hacia abajo, haciendo un agujero en la mesa y pasando por el costado de mi cintura sin tocar, atravesando un modular y terminando en la pared. Y esto lo pude comprobar después por la posición en que me encontraba. Solo recuerdo haberme quedado paralizado de miedo y ese sonido aturdidor del disparo y a mi madre gritándole a mi padre.

Otra cosa que me marcó en la niñez fue un hecho que hizo que yo fuera en parte homofóbico (Si esa es la palabra adecuada) y la razón por la que no me gustaban las personas homosexuales o incluso cualquier hombre que quisiera abrazarme. Tuve una mascota que vivió casi 10 años con mi familia, era un perrito negro, de noche cuando me levantaba en la oscuridad para ir al baño no tenía miedo porque aunque no se lo veía sentía el sonido de sus patitas y sabía que él estaba a mi lado acompañándome. Se llamaba Colita y solía tenerle miedo a los fuegos artificiales y una tarde de Navidad se fue de casa, creo que alguien estaba jugando en la calle con pirotecnia y él justo había salido e hizo que se asustara y se perdiera, lo busqué todos los días por la ciudad y nunca lo encontré, hasta que un día no sé por qué razón fui a parar el patio de un hospital y allí un enfermero se me acercó y al verme llorar me preguntó que me pasaba y le conté, luego él me invitó a una de las habitaciones y cerró la puerta, yo estaba triste por mi perro que mucho no me daba cuenta de la situación y esta persona sacó su pene y empezó a masturbarse delante mío y quería que yo también lo hiciera y que tuviéramos sexo, yo estaba asustado que le dije que NO y salí lo más rápido de ese lugar. Desde esa vez no quería ni siquiera que otro chico me abrazara o me rozara con su mano, pero eso cambió un poco cuando me hice Mormón, ya que una vez hubo un chico que era homosexual (Muy conocido en la ciudad) se había unido a la Iglesia y lo pusieron como mi compañero de Maestro de Orientación, fue uno de mis mejores amigos dentro de la Iglesia que aprendí a conocerlo y a aceptarlo como era a pesar de que los líderes le exigían que fuera a la Misión y que luego se casara con una digna mujer. Más adelante gracias a la Verdad Real todos esos prejuicios desaparecieron.

En los años 80 cuando me enviaban a Catequesis, a veces solía escaparme de las maestras y monjas que me enseñaban y me iba a ver en las vidrieras de los kioscos los cómics del Hombre Araña y Hulk, a los que una vez compré con dinero que robé a mis padres, solía esconder el dinero y las revistas detrás de un armario para cuando lo buscaran en mis cosas no lo encontraran y si me preguntaban yo les decía que no sabía nada y que seguramente lo habían perdido. Pero creo que sabían de todas maneras que yo o mi hermano les habíamos robado. Me fui encariñando tanto con las revistas de historietas que un día empecé a copiar los personajes y sin querer aprendí a dibujarlos de memoria. En quinto grado en la escuela (Año que repetí por mala calificación) conocí a un compañero que tenía un cuaderno de dibujos al que luego me regala, con el tiempo me di cuenta que él los calcaba pero eso me llevó a interesarme más en el dibujo y a intentar hacer historietas, las cuales nunca terminaba porque no me convencían y las terminaba rompiendo, no era y no soy bueno escribiendo. Mis maestros de la primaria al descubrir de mi talento para dibujar y pensaran que al menos en algo era bueno me pedían que les hiciera las carteleras para los actos de fecha patria y en la clase de DIBUJO era la única materia en la cual tenía calificación alta y en las demás materias notas muy bajas, de alguna manera pude terminar la escuela primaria.

A los 13 años un tío, hermano mayor de mi papá se muda a nuestra casa, creo porque estaba estudiando y no tenía donde quedarse y con mi hermano menor compartíamos nuestra habitación con él. Una vez traveseando sus cosas encontré revistas pornográficas y algunas eran historietas, por lo que me llevó a descubrir el mundo de la pornografía y a interesarme también por historietas para adultos y lógicamente despertando a full los impulsos de mi adolescencia y como siempre fui tímido nunca tuve novia, así que deben imaginar. Aprendí a dibujar los cuerpos desnudos de mujeres y de hombres con todos los detalles. A medida que pasaba el tiempo empecé a coleccionar cómics e historietas para adultos sin que mis padres lo supieran, las revistas con fotografía no me interesaban mucho, todo lo que fuera ilustrado me parecía más excitante.

Con respecto a la música, a mi padre como ya dije anteriormente le gustaba el Folklore Nacional y a mi madre la música Romántica, yo me incliné por el Rock, mis estrellas favoritas eran Bruce Springsteen y Mick Jagger, me gustaba verlos usar esas camisas leñadoras y pantalones de jeans gastados y por más que no entendía el Inglés sentía en algunas canciones como que las entendía. También me gusta la música Clásica Sinfónica, el Pop, el Blues, la Electrónica e instrumental como Vangelis y Jean Michel Jarré. Además de las historietas me volví un melómano.

En la Secundaria conocí a una profesora de arte, que fue como mi segunda madre, ella me involucró en el ámbito artístico, empecé a ser conocido en mi ciudad como el dibujante del bolígrafo, porque solía dibujar sin lápiz y sin bocetar, lo que implicaba que al dibujar con bolígrafo no tenía que equivocarme y si me equivocaba lo arreglaba de alguna manera sin que nadie se diera cuenta (Esto lo hacía así porque no me gustaba el lápiz). En la escuela secundaria a veces mi profesora de arte hacía que le enseñara a mis compañeros, algo que me hacía sentir en aprietos. Fui expositor, pinté murales, gané algunos premios y diplomas a lo que a mí nunca me gustó ser popular ni llamar la atención (Por el mismo hecho de ser tímido y no me gustaba hablar mucho), simplemente quería vivir haciendo lo que me gustaba, también empecé a pintar con óleo, hacer trabajos en cerámica y a pintar mis propias remeras roqueras. Debido a que desde niño fui muy poco sociable, me llevó a ser muy observador, aprendí a ver los gestos de cada persona que algunas veces me llevó a prejuzgar, pero solo en mis pensamientos. Nunca me gustaron las obviedades, cuando alguien me hacía una pregunta con una obviedad como que me tildaba y no respondía y eso a veces hacía que los demás me tomaran por odioso, aún mis hermanos o mi esposa porque siempre fui reservado y no hablada de mis problemas con nadie, pues me acostumbre de esa manera.

En la secundaria, de nuevo tuve que repetir un año y esta vez era segundo año y luego abandoné, pasado un tiempo quise ser policía como mi padre para tener un trabajo seguro, y ya que solamente se necesitaba tener la primaria completa, empecé a hacer todos los trámites de ingreso como exámenes médicos, etc. Debido a que me llevó mucho tiempo en hacer los trámites, el gobierno saca un nuevo reglamento de ingreso y era que debía tener el secundario completo. No me quedó otra que terminar la secundaria en un colegio nocturno para adultos, puesto que solo eran tres años pude lograrlo, ya sea haciendo trampa o con la ayuda de algunos profesores, pero para cuando terminé el colegio nocturno ya no quise ser policía y me dediqué a hacer algunos trabajos para ayudar a la familia.

Ya que siempre fuimos una familia humilde, y en algo que coincido con mis hermanos es que nunca nos interesó la riqueza, siempre aspiramos por las cosas simples, en los tiempos difíciles de alguna forma u otra mi madre conseguía para cocinar cuando lo que cobraba mi padre no nos alcanzaba, muchas veces con mi hermano menor íbamos a trabajar al campo para recoger Soja y dormíamos en el suelo en épocas frías. Otras veces cuando se nos acababa el Gas de garrafa íbamos a buscar leña al campo y volvíamos por medio de la ciudad con la bolsa al hombro y nunca sentimos vergüenza, ni menos cuando no teníamos calzado. Debido a que yo era muy ingenioso, solía hacerme mis propios juguetes, pero como todos me trataban de tonto, cuando me hartaba de jugar con los juguetes, los rompía para que nadie más los usara.

Además de interesarme las historietas, me atraía todo lo referente a los Aborígenes, creo que debe ser a que cuando era niño veía a mi padre disfrazado de indio en una comparsa para Carnaval (En realidad no lo recuerdo, lo vi en unas fotos y saqué mis conclusiones ya que mi madre me contaba que me llevaba a verlo danzar). Cuando rondaba mis 21 años ya estaba de novio con Elizabet Naranjo (Ya llegaré a esa parte) mis dos hermanos más chicos nacidos en Metán empezaron a escuchar las charlas de los Élderes y se bautizaron (Estaban buscando la verdad porque ninguna iglesia respondía a sus preguntas), yo andaba en mis cosas y empecé a escuchar un nuevo estilo musical, el Heavy Metal y solía pasar horas en mi habitación escuchando música en un pequeño equipo que me había comprado. Para ese tiempo con mi familia nos habíamos mudado tres veces ya que mi padre prefería alquilar y no invertir en algún terreno o casa, motivo de peleas con mi madre. Solía escuchar una banda nacional que hablaba de los Aborígenes y de la Conquista de los Españoles y también escuchaba algo de Folklore, pero no el Folklore con canciones románticas, sino al que prácticamente nadie escuchaba como al Heavy Metal porque decían las cosas sin tapujos y eso en parte me llevó a no confiar en nada ni nadie y en ninguna religión, porque desde niño había orado sin cesar para pedir ayuda por mi padre y mis oraciones nunca habían sido contestadas y maldecía dentro mío a Dios. Este tipo de letras me gustaban porque me hacían ver las cosas de otra manera porque aparte de hablar de los Aborígenes, hablaban de la Discriminación, la Pobreza, la Política y la Religión y era para mí en ese tiempo la única verdad. Pero ahora eso cambió cuando descubrí la VERDAD REAL, porque “Todos tienen razón, lo que hace que todos estén equivocados” (frase de mi Verdadero Mensajero, que va más allá de toda verdad mundana).

Como dije anteriormente de que me gustaba el campo, también me gustaba salir a correr o andar en bicicleta todo el tiempo disfrutando la soledad en lugares alejados de la ciudad. Recuerdo que no prestaba mucha atención de lo que hacían mis hermanos y a mis padres no les molestaba que se cambiaran de religión. Mi hermano menor se anotó en el ejército, él fue el único hasta el día de hoy 2020 que no se bautizó y tampoco mi padre, pero siempre defendió nuestras creencias si escuchaba a alguien decir cosas en contra de nosotros, pienso que fue por el ejemplo del resto de sus hermanos que éramos personas dispuestas a ayudar al prójimo y no bebíamos y ni andábamos de fiesta o usando drogas.

Con mi nuevo look de cabello largo escuchando música en mi habitación, un día se descompone mi pequeño equipo de música y pasé algunos días aburrido. Hasta ese entonces mis dos hermanos ya eran miembros SUD, menos mi hermana y mis padres. Entonces le digo a mi hermano más chico con un tono arrogante: “A ver, dame uno de esos libros que tienes allí para que lo lea (refiriéndome al Libro de Mormón).” Tomé el libro y me sumergí en la lectura que en un momento sin darme cuenta ya llevaba una semana entera leyéndolo que no pensaba ni siquiera en otra cosa, ni escuchar música. Cuando terminé los libros de 1 y 2 de Nefi sentí en mi pecho tan fuerte confirmando que aquellos Lamanitas de los que se hablaba, eran los antiguos Aborígenes de las Américas y dije: “¡Esto es verdadero!” y se lo conté a mi hermano de lo que había sentido y él me respondió que eso era el Espíritu testificándome y que debía bautizarme (Lógicamente que eso respondería mi hermano u otro miembro SUD porque esa es la manera que les fue enseñada).

Aquella noche fui corriendo a la casa de mi novia Ely (Elizabet Naranjo) a contarle y no paraba de hablarle del libro. Ella ya dio unos detalles en el Grupo de cómo nos conocimos y también lo haré más adelante. Después de aquel momento hablando con ella, me propuse terminar de leer el libro y luego hacer lo que me dijo mi hermano y en un mes terminé el libro y pedí a los Misioneros que me dieran las charlas a los cuales ellos no tenían mucho que explicarme porque ya sabía de algunas cosas sobre el Libro de Mormón, la Restauración, la Apostasía, José Smith, por lo que había leído y me contaban mis hermanos. Así fue que me bauticé un 5 de Diciembre de 1998.

Para el año siguiente, un 27 de Junio de 1999 bautizé a mi hermana. Recibí muchos llamamientos en la capilla que era apenas una Rama donde asistían 50 o 30 personas los domingos, y nunca llegó a ser Barrio, ni Estaca. Recibí las investiduras el 13 de Septiembre de 1999 por lo que mentí con respecto a la ley de castidad para recibir la recomendación para el Templo y eso fue algo que siempre me tuvo pensativo ya que siempre se nos decía que Dios no permitirá que nada impuro entre a su Templo, pero yo siendo impuro había entrado y no solo una vez, sino todas las veces que pude conseguir dinero para viajar. Lo que más me gustaba y aunque no lo entendía era la obra de la Investidura, que siempre quería regresar para verlo de nuevo, sentía que había algo el él que quería averiguar su significado y que luego entendería con el libro “Sagrado, No Secreto”. Siempre fui de investigar cosas, leí el Libro de Mormón tres veces, lo estudié con los Manuales de la Iglesia, Leí los otros libros como D&C, Perla de Gran Precio y también tenía todo anotado en la Biblia, me interesaba mucho sobre las tribus perdidas de Israel, los Tres Nefitas (Preguntándome que estarían haciendo y si estaban con las tribus perdidas) y también leí otros libros de los llamados profetas pero ninguno tenía una respuesta clara. En la capilla como tenía un juego de llaves para entrar me reunía en la semana con otro miembro SUD y mis dos hermanos menores para hablar de los misterios de Dios, la Doctrina Profunda como le llamábamos.

Fui Mini-Misionero por dos meses y otras veces por 2 semanas en otros pueblos, por lo que me sentí feliz de compartir el evangelio con otras personas. No quise hacer los trámites para ir a la Misión porque estaba de novio con Elizabet y no quería saber nada de estar sin ella dos años. Cuando fui Primer Consejero de Rama, me gustaba salir todas las tardes con un amigo que era el Segundo Consejero a visitar a los Inactivos. Queríamos hacer todo lo que otros líderes no hacían, el de visitar a los necesitados y enviar los informes al Presidente de Rama o enseñar las Charlas para Miembros Nuevos y hacerse amigos de ellos.

Mis padres se separan y mi madre junto a mis dos hermanos más chicos se mudan a La Plata (Buenos Aires – Argentina) donde vive mi hermano que se anotó en el ejército, el primero en casarse, al poco tiempo lo haría yo también, pero ya llegaré a esa parte. Así que mi madre empezó a trabajar allá y nos enviaba dinero a mi hermano y a mí para ayudarnos a pagar el alquiler, en ese entonces sería la quinta y última vez que nos habíamos mudado allí en Metán, más adelante me mudaría con mi esposa a Salta y mi hermano se iría a la Misión Chile.

Empecé a trabajar como ayudante de un artesano haciendo dibujos sobre artesanías de cuero en un local donde la gente compraba para regalar o llevar algún recuerdo de la ciudad. Era un trabajo que me gustaba mucho y era algo nuevo para mí porque estaba aprendiendo a hacer artesanías como: Billeteras, Cintos, Pergaminos y sobre todo empecé a grabar el cuero con dibujos o letras con un Pirograbador (Un aparato eléctrico que al calentarse la punta funciona como un lápiz y hay que tener mucha precisión porque si algo sale mal no se puede corregir). Para ese tiempo ya era miembro SUD así que siempre los Élderes me iban a visitar al negocio sin que mi patrón se molestara y una tarde uno de ellos me muestra un estuche de cuero (Porta-Escritura) que lo había hecho un miembro SUD de otra ciudad, y estos tenían dibujos simples y también citas relacionados con las historias del Libro de Mormón y me preguntan si yo podía hacerles uno, por lo que les dije que solo haría los dibujos y que mi jefe haría el armado del estuche porque yo recién estaba aprendiendo. Como a los Misioneros les gustaba mis dibujos porque los hacía con muchos detalles, empecé a ser conocido en toda el área llamada Misión Salta y así estuve trabajando bastante tiempo hasta que me decidí trabajar por mi cuenta, mi jefe no me pagaba bien a pesar que estaba teniendo mucho trabajo. Hasta ese entonces ya sabía hacer muchas cosas con cuero y puse mi pequeño negocio en casa.

Perdí la cuenta de todas las Porta-Escrituras que hice a lo largo de los años. Llegué a dibujar de memoria muchas láminas conocidas de la iglesia, hasta las imágenes de los templos. Desde 1998 cuando me uní a la iglesia hasta finales del 2019 he vivido del trabajo que me encargaban los Misioneros y como ya estaba un poco inactivo para el año 2017 (Año en que conocí la Porción Sellada), empecé a ver que me estaba quedando sin trabajo por la misma razón que ya no estaba yendo a la iglesia y no veía a los misioneros, luego vino la Pandemia y perdí todo contacto con ellos ya que todos los que mayormente me hacían pedidos eran de EEUU y a ellos por mandato de los líderes SUD los regresaron a su país a terminar su Misión. Aunque ya me venía quedando sin trabajo pensé en dedicarme a hacer otra cosa que siempre quise y era hacer artes de tapa para discos de bandas Heavy Metal, así que empecé a ir a los programas de radios donde pasaban esa música y hacía sorteos regalando algunos dibujos y remeras que pintaba y luego haciendo páginas en redes sociales para poder conseguir trabajo y al poco tiempo empecé a realizar algunos artes de tapas para bandas locales, también de Buenos Aires, Bolivia y EEUU. También me lancé a hacer algunos Logos por lo cual tuve que aprender a usar programas de Fotoshop. Las obras que hago son pintadas a mano (A la vieja escuela) ya que no he llegado a familiarizarme con el arte digital. La idea de hacer este tipo de arte surgió a partir de que empecé a escuchar esta música y conocí a unos chicos que también eran Roqueros y esto fue al mismo tiempo en que conocí a Elizabet y también El Libro de Mormón, y como en ese tiempo aún no teníamos internet, mis amigos tenían muchos discos compactos originales y yo iba a sus casas a hacer copias en Casetes y allí empecé a copiar los artes de tapas lo mejor que podía para que parecieran originales y eso les gustaba a mis amigos y también las remeras que yo tenía pintadas por lo que empecé a tener mis primeros trabajos. Entonces allí surgió la idea de ver mis dibujos en algún disco y no para ser famoso ni recibir honores, sino por un lado para tener trabajo y por otro lado demostrarme que no soy tan inútil como siempre me han llamado y como sé que nunca voy a llegar a formar una banda de Rock, al menos voy a ser parte de alguna viendo mis obras en sus discos. Pero ese deseo quedó allí nomás porque luego me bauticé y no quería que los líderes supieran que me gustaba el Rock Pesado porque para ellos “eso es del DIABLO” así que me cuidaba de que no lo supieran.

Mi padre solía tocar la guitarra, pero nunca me enseñó porque tampoco se lo pedía y yo no tenía mucha comunicación con él. Espero un día poder comprar una guitarra y hacer canciones, ya que tengo algunas letras y poemas guardados desde que era adolescente. Siempre he sido una persona muy inquieta, me gusta estar siempre creando aun cuando no tengo nada que hacer, porque no solo pinto, dibujo o hago esculturas, también me gusta hacer muebles con materiales reciclados, arreglar una computadora, levantar una pared o hacer cualquier cosa, hasta cocinar, Bueno… eso lo hago algunas veces en la semana cuando mi esposa deja hecha la comida el día anterior porque ella trabaja de lunes a viernes y yo me quedo con nuestros hijos a ocuparme de las cosas de la casa y solamente sé hacer algunas comidas.

En Febrero de 1996 conocería y saldría con mi primera y única novia Elizabet Naranjo, ella tendría 15 y yo 20 años, con quien hasta el día de hoy llevamos casados 17 años. Conocí a su hermano, amigo de mi mejor amigo, quien me habló para que pintara e hiciera los diseños para la Comparsa “Los Puelches” que dirigía su hermano mayor cuando eran épocas de Carnaval y ya que se trataba de hacer los diseños referentes a los aborígenes y yo estaba sin trabajo, me gustó la idea y acepté. Fui esa noche a su casa y allí conocí a Ely, al principio no la veía hasta que luego de una semana cuando yo iba a pintar por la tarde nos conocemos pero solamente era un “hola” y nada más porque sus padres no la dejaban que hablara con ningún chico ya que la mayoría de los que iban a ensayar la danza que hacían lo de la comparsa eran jóvenes. Así que entre miradas y sonrisas nos empezamos a gustar y aprovechábamos cualquier situación para charlar sin que nadie lo supiera, bueno, sus hermanos se dieron cuenta pero nunca nos delataron. Una noche, justamente un 14 de Febrero “Día de los enamorados” que afuera de su casa la besé y desde esa vez empezamos a salir a las escondidas.

Elizabet también salía en la Comparsa Los Puelches, pero solo llevando el estandarte con su hermana y viajábamos con todo el grupo a diferentes localidades para competir con otras agrupaciones. Ya que yo había entablado una buena amistad con sus hermanos, prácticamente era como parte de la familia y todos los años para los Carnavales les hacia los diseños y les pintaba los Gorros de la comparsa. Hasta una vez pensé en ser parte de la Comparsa y con mi hermano más chico nos hicimos la vestimenta, pero esa noche de nuestro debut se desata una tormenta por lo que después nos desanimamos y guardamos nuestros disfraces.

Con Ely todo marchaba bien hasta que un día su padre nos descubre y le prohíben que me viera y a ella no le quedó otra que terminar conmigo. Una noche solitaria, de las tantas en que andaba triste, me encontré sentado en el asiento de una plaza pensado en Elizabet y unos muchachos que pasaban por allí me habían confundido con alguien y me querían golpear, hasta que uno de ellos se da cuenta del error y se disculpan pidiéndome que los perdonara y que si quería ir con ellos a su casa a beber junto a otros amigos, por lo que fui sin importarme nada. Solo recuerdo que esa noche estaban todos sentados en un círculo escuchando música y todos cantábamos y estaba contento que me olvidé por un momento de todo lo demás y también recuerdo que estuvimos tomando Vodka, por lo que era una bebida muy fuerte para mí por ser la primera vez que bebía alcohol. Cuando cada uno se dispuso a marcharse cerca de la madrugada, yo me encaminé hacia mi casa que estaba a unas 15 cuadras pero nunca recordé cómo había llegado, solo recuerdo que estaba tumbado en mi cama vomitando y mis hermanos asustados, tanto que mi mamá se enojó con mi padre porque creyó que era por culpa suya. Al otro día le conté a mi mamá y recuerdo que ella me dijo que si Ely me quería iba a regresar y que debía esperar. Lógico que mucho no esperé, así que iba buscaba a la salida del colegio varias veces para hablar con ella hasta que un día aceptó de volver conmigo.

Pasó el tiempo y sus padres aceptaron que nos viéramos solo en su casa, así que todas las noches iba a verla, después conoció a mi mamá quien la quiere como una hija y ella iba a mi casa para que le enseñara a tejer, también como pretexto para verme, pero para eso mi madre tuvo que ir a casa de Ely para pedirle permiso a sus padres. Aquella vez cuando fui a verla para contarle del Libro de Mormón, y aunque ella no entendía de lo que yo le hablaba nunca dijo nada contradictorio al respecto, hasta empezamos a leerlo juntos a escondidas en mi casa después que yo me bauticé. Ella me contó que cuando su casa se había incendiado hacia un tiempo atrás, lo único que encontró entre las cenizas era un Libro de Mormón por lo que eso hizo que ella también sintiera cierto interés en él. Sus padres cuando se enteraron que yo me había convertido en un miembro SUD/Mormón, le dijeron a ella que ni pensara en unirse a mi religión, por lo que veíamos ya un panorama complicado porque Ely quería bautizarse también.

Estuvimos 7 años de novio Ely y yo, esperando que ella cumpliera los 21 años y sea mayor y no tuviera que pedir el permiso a sus padres para bautizarse. Primero hicimos todos los trámites para casarnos en el Registro Civil sin que ellos lo sepan, pero se lo dijimos dos días antes para que ellos fueran al casamiento. Ellos nunca fueron y ese día de casualidad un canal de televisión local hacía una nota sobre los casamientos en la ciudad y cuando salimos a la calle nos tomaron por sorpresa y nos hicieron preguntas y todos en la ciudad de Metán supieron de nuestro casamiento. Estábamos tan animados de que ella escuchara las charlas y para Marzo de 2003 yo la bautizaría. Mi madre y mis hermanos no pudieron venir de Buenos Aires, pero mi madre estaba muy emocionada y ella también quería que yo la bautizara y más adelante viajé con Ely a La Plata para bautizarla.

Después de un tiempo mi madre se viene a la ciudad de Salta a trabajar y fue a vivir a lo de sus hermanas, ella empezó a pagar un terreno mensualmente y luego decidimos Ely y yo mudarnos para allá y no alquilar más. Así que vendimos una casa de madera que mi abuelo paterno nos había regalado y con eso pagamos la mudanza y compramos otra casa usada de madera en Salta y nos instalamos en el terreno de mi madre. Los primeros tiempos allá nos fue difícil, era como empezar de nuevo, no conocíamos a nadie y estábamos sin trabajo.

Para el 9 de Abril del 2005, unos días antes de mi cumpleaños ya estábamos viviendo con mi madre en Salta. Ely empezó a trabajar haciendo limpieza en una casa de familia y yo haciendo los estuches de cuero para los Misioneros. Aquí en Salta tenía más pedidos porque es el centro de la Misión que lleva el nombre de esta ciudad y que tiene varias Estacas y Barrios y por lógica había más Misioneros. El terreno de mi madre al principio era muy bajo que cuando llovía se inundaba la calle y el agua llegaba un poco hasta la casa que por suerte estaba al fondo y en una parte más elevada. De a poco fuimos comprando tierra que nos traían en camiones y con Ely, mi madre y yo fuimos nivelando el terreno y había veces que nos quedábamos hasta tarde en la noche. Cuando los miembros SUD del Barrio al que pertenecíamos supieron de nosotros, enviaron luego a los Misioneros para que nos ayudaran.

El 23 de Enero de 2007 Ely y yo nos sellamos en el Templo de Buenos Aires y también mi hermana que quiso sellarse a su novio un Ex-Misionero el mismo día que nosotros. Después del sellamiento ya estábamos listos en pensar en tener hijos porque habíamos cumplido una meta que nos propusimos juntos y no por mandato de los líderes, sino porque queríamos estar sellados primero y deseábamos que nuestros hijos en lo posible fueran dos, un niño y una niña nacidos en el Convenio. Después de 5 años casados llega nuestra hija Daiana Berenice, un 5 de Enero de 2008 y para el 28 de Marzo de 2015 llegaría como lo habíamos deseado, nuestro hijo varón, Isaías Emmanuel, Isaías fue el nombre que elegí por el nombre del profeta Bíblico al cual reitera muchas veces el Libro de Mormón en sus escritos y el nombre Emmanuel lo saqué del mismo libro de Isaías.

Cuando Nació nuestra hija Berenice se nos complicaba asistir a la capilla por razones económicas, algunas veces no nos alcanzaba el dinero y la capilla estaba a unas 20 cuadras de nuestra casa y cuando hacía mucho calor era agotador caminar 20 cuadras de ida y 20 de vuela con nuestra hija en brazos, hasta que conseguimos un coche de bebé, pero hasta ese entonces asistíamos a la Iglesia un domingo sí y otro no y algunas veces cuando teníamos dinero nos íbamos en taxi. Los Misioneros muchas veces nos querían dar dinero cada domingo para el taxi, pero nunca lo aceptábamos porque no nos gustaba que lo hicieran. Se nos tenía en cuenta a mi esposa y a mí porque al principio éramos miembros fieles y veían en nosotros la posibilidad de llamarnos como líderes, en mi caso ser un Obispo, Consejero o Presidente de Quorum, pero con el tiempo empecé a ver mucha hipocresía en los líderes que no tenía deseos de aceptar ningún llamamiento, hasta veía que siempre se ponían felices cuando les entregaba el sobre de Diezmo y me decían “Gracias Hermano” e incluso el Almacén del Obispo siempre estaba lleno, pero muchos miembros tenían necesidades a los cuales nunca ayudaban y esto lo comprobaba cuando hacía las visitas como Maestro Orientador o como Presidente del Quorum de Élderes. Como ya mencioné anteriormente, fui líder en muchos llamamientos cuando vivía en Metán, leí los Manuales de Instrucciones y me daba cuenta de muchas cosas contradictorias que hacían los líderes. Todo esto nos empezó a hacernos menos activos en la Iglesia.

Mi padre enferma y es derivado a Buenos Aires para hacerse los estudios y le dijeron que tenía Cirrosis producto de lo mucho que bebía. Después de un tiempo internado regresa a Metán y empieza a enfermar aún más, tanto que empezó a bajar de peso. A veces lo iba a visitar en la casa donde vivía con su nueva mujer y hablábamos de las muchas cosas que habíamos pasado en nuestra niñez y lo culpaba de todo. Él siempre se quedaba en silencio y bajaba su mirada por lo que me daba mucha pena verlo así y un día me dije a mí mismo: ¿quién soy yo para juzgarlo así? Nuevamente empieza a enfermar y es trasladado a Salta y allí estuvo internado y sabiendo por los médicos que no sobreviviría, Ely, yo y nuestra hija recién nacida Berenice, lo fuimos a ver, también fue mi madre quién habló con él a solas para decirle que lo perdonaba por todo el daño que le había hecho cuando vivían juntos. Después de tres días fallece y según lo que contó una tía que estaba cuidándolo, que después de la visita de mi madre se lo veía contento.

Mi padre nació el mismo día que nació mi hermana y falleció el mismo día que nací yo, un 12 de Abril del 2008. Nunca fui a su velorio o al entierro, no porque no lo quería sino porque esas cosas siempre me hicieron mal y prefería recordarlo como que en realidad nunca se fue y a veces soñaba con verlo y decirle que también lo perdonaba y que me hubiera gustado darle un abrazo y decirle que lo amo y que aun cuando éramos chicos, necesitaba su abrazo paternal. Recuerdo una anécdota que pasó una vez en mi adolescencia, mi hermano menor, nuestro mejor amigo y yo nos fuimos con mi padre a pescar y ya en el rio se nos hacía la noche y decidimos ir a ciegas bordeando el río hasta llegar al rancho de mi abuela. Yo principalmente estaba con miedo porque ese rio era en el que una vez me había ahogado. No veíamos nada, no teníamos linternas y así caminamos sintiendo solo el sonido tenebroso de las aguas hasta llegar al rancho, pero había que cruzar un canal y en ese canal sabíamos que muchos pescadores murieron ahogados porque hay una compuerta y el agua es profunda y remolinea. Mi padre nos tomó a los tres y sentíamos que había mucha arena y a medida que nos movíamos, más nos hundíamos. El con todas sus fuerzas nos llevó hasta la orilla y pudimos estar a salvo, esa noche sentí la protección de ese padre que parecía estar siempre distante, pero allí estaba sosteniéndonos con todas sus fuerzas.

Mi hermano que se había ido a Chile por su Misión regresa y con el tiempo empezó a trabajar y luego se casaría y alquilaría con su esposa hasta que decidimos regalarle nuestra casa de madera por la que se vino a vivir al terreno de nuestra madre. Hasta ese momento ya habíamos logrado terminar de construir una habitación de material al frente a la cual dividimos la habitación en dos, una sería la cocina y la otra nuestra habitación que compartíamos con nuestros hijos. No era bastante cómodo porque teníamos poco espacio y de a poco con nuestros ahorros fuimos comprando los materiales para ir haciendo otra habitación, la cual yo mismo hice para evitar pagar la mano de obra y así estuvimos varios años hasta que logramos terminarla.

En el 2014 decidí estudiar en la escuela de Arte, para recibirme de profesor y conseguir un trabajo seguro, fue una decisión difícil ya que como dije antes no me gustaba estudiar. Llegar al terciario y encontrarme con profesores que si veían que eras mejor que ellos como artista, ya sea pintando o dibujando hacían que fuera complicado aprobar los exámenes, a mí nunca me importó, solo quería recibirme y alejarme de tanta hipocresía, en donde “Todos tienen razón, lo que hacía que todos estuvieran equivocados,” con sus filosofías y todas estas cosas de creerse expertos en el conocimiento de los que ellos llaman arte y lo digo de esta manera porque yo nunca me consideré un artista, sino alguien que tiene talento para ciertas cosas. Todas esas cosas simplemente me hacían mal y se ponían más difíciles porque había que estudiar mucho sobre la Historia del Arte que me resultaba algo en vano por lo que dejé la carrera en el último año y retomé después de dos años y que aún estoy cursando sin saber si seguir o no.

En el 2017 después de haber pasado un tiempo desde que bauticé a mi hija, empezamos a inactivarnos mi esposa y yo. Como siempre fui una persona de mente abierta comencé a ver videos de ovnis, reptilianos, conspiratorios y terraplanistas, y todo esto porque no había encontrado algunas de las muchas preguntas que me hacía del Libro de Mormón, una de ellas era como dije anteriormente: Quería saber de los Tres Nefitas, ¿En dónde estaban? ¿Dónde estaban las Tribus Perdidas? Si los Líderes SUD se comunicaban con Dios ¿por qué no se comunicaban con ellos si eran los autorizados? Yo quería conocerlos como decía en uno de los versículos de la Nueva Escritura Americana que ellos podrían ir a quienes verían conveniente. Entre otras preguntas como: La Poligamia, Los maldecidos con la piel oscura y La Porción Sellada. Luego me encontré viendo videos de Ex-Mormones, pero no de aquellos que hablaban cosas que no eran ciertas, sino de historias de personas que se habían alejado de la Iglesia y que aun habiendo recibido las investiduras Dios nunca las había maldecido en sus vidas e incluso se sentían más felices que cuando eran activos. Un día viendo uno de estos videos el comentarista que hablaba de muchos libros que se escribieron y que según sus autores fueron inspirados de lo alto, entre ellos nombraba a José Smith y luego a alguien llamado Christopher Nemelka y que había traducido ya la Porción Sellada. Este comentarista Ex-Mormón, aunque se mostraba escéptico a todo esto, era respetuoso e incluso invitaba a las personas a que leyeran este maravilloso libro, ese día mi corazón había saltado de alegría que lo busqué y lo descargué y que por suerte estaba en Español. Hasta ese momento no se lo había comentado a Elizabet, y como nunca me gustaron los libros digitales porque siempre leí historietas a lo largo de mi vida y eso me llevó a gustar de la lectura y palpar las hojas. Me puse en contacto con alguien de MWAW para pedir autorización para imprimir el libro y me dieron el okey, trabajé duro para comprarme una impresora y vi tutoriales para poder encuadernar el libro. Teniendo listo una copia se lo mostré a mi esposa, ella también estaba sorprendida, aunque un poco desconfiada porque no era un libro de la Iglesia y empezamos a leerlo juntos cada día que podíamos, creo que nos llevó todo un año hacerlo. También hice una copia para mi madre quien hizo el intento de leerlo y lo dejó guardado, nunca le pregunté si lo hizo. También compartí estas cosas con mis dos hermanos más chicos, al principio le contaba cosas, pero con el tiempo vi que no tenían mucho interés y decidí no insistir en ello, pero decidí hacer una página en las redes para ver si llegaba a ellos de alguna manera y también a todas las personas de habla Española, ya que me tomé el trabajo de traducir cuidadosamente cada publicación de MWAW, y esto simplemente lo hice desinteresadamente, también empecé a traducir otros libros como Realidad Humana, La Biografía Autorizada de José Smith y Sagrado, no Secreto. Sé que era un trabajo cansador, tenía que trabajar, estudiar y ayudar a mi esposa con nuestros hijos y simplemente quería compartir la MWAW.

Now we know what is the “Work of the Father” that has begun on the face of the earth and that there is nothing more important than solving poverty in the world and ending child prostitution.

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